¿CÓMO DEJAR DE PROCRASTINAR EN LA OFICINA?

Todos conocemos la frase: “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”. Aunque conocemos la regla todos hemos dejado una responsabilidad para otro momento. El problema es que una vez que nos acostumbramos a dejar las cosas para después ya no hay nada ni nadie que nos detenga. Entonces, ¿qué podemos hacer para dejar de procrastinar en la oficina?

Primero que nada, ¿por qué procrastinamos?

No procrastinamos porque tengamos muchos pendientes en curso, sino porque generalmente tenemos una tarea que no queremos hacer y es por eso que preferimos hacer otra cosa más agradable y que parece ser más fácil. A medida en que posponemos todo para “mañana” tarde o temprano nos encontramos en una ola de estrés la fecha límite de entrega. Es justamente esto lo que daña nuestra satisfacción personal.

Sin embargo, existen astucias simples y diferentes para dejar de procrastinar en la oficina.

Las to-do lists

Puede parecer obvio pero la primera cosa que debemos hacer para evitar procrastinar y ser más eficientes en la oficina es hacer una lista de las cosas que tenemos que hacer, de esta manera usted sabrá cuáles son sus prioridades. La clave es ponerse un límite, un día o una semana, etc.; al escribir sus tareas en un pedazo de papel con un límite de tiempo definido se obliga a realizar dicha tarea a tiempo.

Estime el tiempo necesario para realizar cada tarea

Otra cosa que podría hacer para evitar procrastinar es estimar el tiempo que necesitará para realizar una tarea que por alguna razón no desea llevar a cabo. Así, podrá manejar su tiempo de una mejor manera lo que evitará que tenga que trabajar rápidamente y al último momento.

Divida sus tareas en actividades pequeñas o en etapas

Una tarea que parece complicada nos puede dar miedo y es por eso que preferimos postergarla. ¿Qué hacer? La solución es fragmentar la tarea en etapas y comenzar por lo que le parezca más fácil. Al tener objetivos pequeños es probable que se sienta más tranquilo y en control, esto hará que cumpla sus objetivos con mayor facilidad mientras trabaja.

Ya no más excusas

“No tengo tiempo”, “Tengo cosas más importantes qué hacer”, “Es muy difícil”, “Tengo que hacer una llamada”… Siempre encontramos une buena excusa para posponer nuestra actividades para el día siguiente. Si olvida las excusas verá que su productividad en la oficina ¡aumenta exponencialmente! Al fin y al cabo es cuestión de actitud.

¡Felicítese después de cada logro!

No hay nada más satisfactorio que terminar una tarea fastidiosa. Por eso es importante que tenga una recompensa prevista (para usted) en estos casos. La recompensa puede ser: cinco minutos de pausa, tomar una taza de té/café, en pocas palabras la recompensa tendrá que ser algo que le procure un momento satisfacción. Esto, a su vez, es bueno para su autoestima y por ende para ¡la productividad en la oficina!

¡Voilà! Con nuestros consejos ya no tendrá ninguna excusa para seguir procrastinando, es momento de aplicarlos y olvidar la frase “mañana lo hago”.